Este signo nos presenta una situación cuya imagen es la de un recipiente cuyo contenido se ha podrido y está lleno de gusanos. Se trata de una situación que nosotros mismos hemos provocado debido a nuestra desidia, a nuestra dejadez, a nuestra negligencia, a una inercia rígida. En este signo, lo suave se ha convertido en debilidad ante nuestros propios defectos, y la firmeza de la montaña en una pasividad rígida.
Cuando sufrimos algunos contratiempos fruto de nuestros errores, sobre todo si ese sacudimiento es una critica, muchas veces reaccionamos de forma infantil y nos volvemos contra aquellos que nos han sacudido. Esto es un error, incluso cuando quien nos sacude abusa de su poder, es muy duro con nosotros o nos trata injustamente, el sacudimiento debe ser visto como un aviso para enmendar nuestros errores. No utilicemos nunca la dureza del castigo o la injusticia del trato como una excusa para justificar nuestros actos.
KU, LA CORRUPCIÓN, LA DECADENCIA | |
Arriba Ken, el aquietamiento, la montaña | |
Abajo Sun, lo suave, el viento |
El juicio
Aquello que se ha corrompido por culpa del hombre, puede rehabilitarse por el trabajo del hombre. No se trata de un destino inmutable, hay abuso de la libertad humana. Trabajar mejorando las condiciones tiene buenas expectativas porque está de acuerdo con las posibilidades de la época. No debemos retroceder ante el trabajo y el peligro sino enfrentarlos enérgicamente. El éxito depende de la decisión correcta. Debemos primero conocer las causas de la destrucción antes de pensar qué hacer. Luego tenemos que observar si el camino es totalmente seguro, ya que no hay que dar posibilidad al retroceso. Decisión y energía tienen que tomar el lugar de la inercia y la indiferencia para que esta destrucción se transforme en un nuevo comienzo.
La imagen
Cuando el viento sopla bato daña la vegetación. Constituye un desafío al perfeccionamiento. Lo mismo en materia de actitudes y modas: corrompen la sociedad humana. Para desterrar la corrupción el hombre superior debe regenerar la sociedad. Primero debe remover el estancamiento, conmoviendo la opinión pública como el viento arrasa con todo, y luego fortalecer y tranquilizar el ánimo popular como la montaña nutre a las plantas que crecen a su alrededor.
Las líneas
La rígida adhesión a la tradición redunda en decadencia. Pero la decadencia no ha penetrado profundamente y puede remediarse fácilmente. Es como si un hijo fuera compensado de la decadencia de su padre alejándolo. No hay reproches que formularle al padre. No hay que menospreciar el peligro ni tomar el asunto demasiado a la ligera. Sólo así podrá llegarse á buen término.
Mutación en la línea 2: «Colocando bien lo que la madre destruyó. Uno no debe ser demasiado perseverante».
Se refiere a los errores que como resultado de la debilidad abren camino a la decadencia. Siempre hay que proceder con cierta consideración, para no herir a nadie.
Mutación en la línea 3: «Colocando bien lo que fue destruido por el padre. Habrá un pequeño remordimiento. Pequeños reproches».
Se describe a un hombre que procede un poco demasiado enérgicamente corrigendo los errores del pasado. Con seguridad provocará ciertas discordias y molestias. Pero un exceso de energía es preferible a muy poca. Si en el momento puede experimentar algunos remordimientos, permanecerá libre de reproches mayores.
Mutación en la línea 4: «Tolerando lo que fue destruido por el padre. Continuando se ve humillado».
Muestra una situación en que alguien es demasiado débil para tomar medidas contra la decadencia que tiene sus raíces en el pasado y que comienza a manifestarse en él mismo. Se le permite seguir su camino, pero si continua podrá ser humillado.
Mutación en la línea 5: «Colocando bien lo que fue destruido por el padre se encuentra con la fama».
Un individuo se confronta con la corrupción que tuvo su origen en los tiempos pasados. No abusa del poder, pero con ayudantes hábiles logra finalmente hacer una verdadera reforma. Aunque no se trate de un nuevo comienzo gana la fama.
Mutación en la línea 6 (cima): «No sirve a reyes ni príncipes, déjenlo buscar metas más altas. Ningún hombre está obligado a asumir la responsabilidad de los problemas de mundo».
Algunos se han desarrollado de tal manera que está justificado que rehusen la vida pública y dejen que el mundo marche por su cuenta. Pero tampoco se puede permanecer al margen y criticar. Este retiro sólo se justifica cuando se ha hecho todo lo posible por la humanidad. El sabio que permanece alejado del tumulto de la vida diaria, crea valores incomparables para el futuro.